El Suizo Paul Kiener visita Panamá, en donde se le presenta la oportunidad de adquirir unas máquinas para hacer salchichas. Así fue como decidió vender sus pertenencias en California y mudarse a Panamá
Paul Kiener se muda a Panamá y el 15 de Marzo funda la primera fábrica de salchichas ubicada en El Chorrillo.
Es aquí donde comienza la historia de la industria de salchichas en Panamá y se establece la base para la producción y comercialización de productos cárnicos en el país.
Los años iniciales previos a la Segunda Guerra Mundial fueron años complicados y dificiles. Pero poco a poco fue subiendo la demanda y la venta de los productos y para finales de los años treinta se muda a una nueva ubicación. Un local mas grande en Barraza.
Luego de la segunda guerra mundial, Paul Kiener muda su planta procesadora a la Avenida B, donde amplió su producción para incluir la venta al por menor de embutidos y carnes. De esta manera, inició la distribución de sus productos hacia Colón y el interior del país.
Paul da su nombre a la empresa que con el tiempo se convertiría en la favorita de la familia panameña: Productos Kiener.
En 1975, a los 72 años, fallece Paul Kiener y su hijo, Juan Francisco Kiener, asume el control de la empresa. Después de analizar su trayectoria, decidió construir una fábrica moderna. Es así como en el ‘78 Juan Francisco Kiener trasladó la fábrica a la calle 12 de Octubre y lanzó al mercado nuevos e innovadores productos, como la salchicha con queso, chorizos, jamones cocidos y ahumados, e incluso el inigualable jamón ahumado Picnic.
Durante la invasión, la famosa fábrica de la calle 12 de Octubre fue saqueada, lo que resultó en la pérdida de un gran número de máquinas, productos, datos y materia prima. A pesar de estos momentos oscuros, la situación no significó el fin de Productos Kiener. La empresa encontró gradualmente formas de seguir proporcionando alimentos y empleos al país, y así prosperaron tanto la empresa como Panamá.
Década del
Se establecen centros de distribución en Chitré, Santiago, Capira, David, Penonomé y Bocas del Toro para atender el mercado del interior del país, siempre con la visión de conservar su promesa de “sabor y calidad”.
Kiener celebra 90 años trayendo sabor y calidad a todas las familias de Panamá.